29 / Ago / 2020

From The Hood: Drake, Jay-Z y Nas

Drake.
Después de entregar un mixtape con sonidos bastantes ingleses en Dark Lane Demo Tapes, Drake está de regreso al mundo donde sabe moverse, pero ahora más tranquilo, eso es lo que se nota en su nueva canción que lleva por nombre Laugh Now, Cry Later al lado del rapero de Chicago, Lil Durk. Este single muestra a un Drizzy relajado y disfrutando del rap que escribe, incluso divirtiéndose como se ve en la miniatura del vídeo musical.
En sus líneas, él relata estar cansado del beef (probablemente de los más notorios en los que se ha visto involucrado con Pusha T y Kanye West), así mismo, bromea sobre los lujos que tiene, al mencionar que incluso, él a veces se pierde en su propia casa de lo grande que es, entre otras cosas. Mientras que los versos de Lil Durk contrastan en temática, pero no en estilo, al hablar sobre cosas serias como armas y lanzando una advertencia al que sea quien quiera meterse con él, ya sabes, cosas de raperos, sin embargo, el flow encaja muy bien con la canción y con el mismo Drake. Estos temas culminan muy bien en el coro de la canción con la frase: “Algunas veces reímos, otras lloramos, pero creo que eso ahora ya lo sabes, bebé”. Con vistas hacía un nuevo álbum, Champagne Papi se ve más maduro, por no decir, alegre, y parece que su siguiente obra será el álbum de un padre que solo quiere divertirse con su hijo, el rap, y con el que creció todo este tiempo, pero un viaje en el que quizá, también demuestre lo que el nombre de Drake puede hacer.
Jay-Z.
El rapero Jay-Z es de los que más extraña el público, pero de vez en cuando, aparece en canciones de otros artistas para tirar uno que otro verso de manera inteligente, y este es el caso de hoy, ya que ha colaborado en la nueva canción de su amigo, Pharrell Williams, titulada Entrepenuer. A lo largo del tema, Pharrell te atrapa en un sonido pegadizo (como siempre lo ha sabido hacer) pero chill, y al mismo tiempo es un sonido profundo con un gran mensaje a las personas negras que quieren emprender y ganarse la vida por su propia cuenta. Siendo Jay-Z el ejemplo de empresario negro, no podía decirle que no a Pharrell y dar uno que otro consejo de tiburón de negocios a su cultura y criticando las acciones que la gente blanca hace para “ayudarlos”. En sus líneas también puedes leer sobre el apoyo a la compra de negocios dirigidos por personas negras como la tienda de ropa FUBU, Jay-Z menciona que sería bueno comprarle más a esta marca que a la famosa Gucci. En conjunto, Jay-Z y Pharrell van más allá del orgullo hacia la comunidad negra, y su experiencia les ha dictado que más allá del tema del momento, hay otras cosas que también deben relucir y apoyar al hood. Entrepenuer les rinde homenaje a los pequeños, medianos y grandes empresarios negros que dirigen su negocio y que inician desde cero por una calidad de vida digna, esa que uno mismo puede conseguir si trabaja duro.
Nas.
Es momento de hablar de un álbum, es momento de hablar del disco King’s Disease del rapero Nas. El álbum número 13 de Nasir Jones está a cargo de los beats de Hit-Boy (productor de N****s in Paris y Backseat Freestyle) quien empata muy bien la voz de Nas y una buena producción de hip-hop clásico cargada con una gran nostalgia. En casi 40 minutos, el rapero encuentra una vulnerabilidad vieja de su adolescencia y que decide mostrar para soltarlos, justo como lo hace en la canción Replace Me que habla sobre relaciones de amor pasadas y fallidas al mismo tiempo, al lado de lo más cursi del álbum por parte de Big Sean para después pasar a temas como 27 Summers, la cual viaja en el tiempo hablando sobre lo exitoso que era ser un rey en el hood para el propio Nas.
El single que lidera este disco se llama Ultra Black, esta enaltece a la cultura negra y muestra lo orgulloso que se siente de pertenecer a ella y sus porqué, aunque la mejor canción del proyecto se titula Full Circle donde al lado de todos los miembros de su colectivo The Firm muestran la verdadera vulnerabilidad del pasado que se encuentra con el presente de los raperos. En conclusión, los beats son buenos pero olvidables en la mayoría, las colaboraciones funcionan bien aunque no den todo su máximo y las letras de Nas te transmiten más un “ok”, que un “Nas is back”. Afortunadamente no fue el rapero de la old school que te ahoga con un álbum de una hora, King’s Disease es breve, lo suficientemente conciso para que te quedes con una a 5 canciones, de ahí en fuera, no hay más, solo un rapero queriendo saldar algunas cuentas de su vida, quedando unas en 0 y en otras a deber, pero está cool.

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