Este año le he dado un giro de 180 grados a nuestra ya extinta percepción de la normalidad, la vida nos ha encerrado de manera obligatoria y en varias presentaciones: El cubreboca, las computadoras y nuestras casas por mencionar algunas.
Millones de personas trabajando y comunicándose de manera remota, todos con una interrogante constante ¿Cuánto tiempo nos falta? y ante la falta de respuestas tenemos que encontrar alternativas para continuar con nuestras vidas, demostrarnos que seguimos vivos aunque sea en línea.
A pesar de la triste ola de festivales pospuestos, la anulación de conciertos, álbumes sin fecha de estreno y películas retrasada;, el arte ha florecido. Los artistas y la comunidad creativa en general, han están aprovechando su entorno para transmitir expresiones, desde medidas sanitarias precautorias, mensajes de esperanza, hasta conciertos improvisados en los balcones de algún complejo habitacional.
Estos sucesos están creando una luz de esperanza ante el terrible impacto socioeconómico que se ha presentado en la vida de quienes componen esta estructura, miles de trabajadores independientes y colaboradores de pequeñas y medianas empresas. El sector cultural es de los principales afectados por la crisis sanitaria y no una de las prioridades en el proceso de reactivación. A pesar de que es bien sabido que las manifestaciones culturales contribuyen a nuestro bienestar, calma, inspiración, estímulos intelectuales y resistencia para enfrentar los desafíos cotidianos.
Como muestra, una de las empresas líderes en entretenimiento como lo es Cirque du Soleil, despidió al 95% de sus trabajadores al comienzo de este suceso histórico, eso nos da un referente de lo grave que es la crisis que se enfrenta
Si bien nada puede reemplazar la intensa experiencia de brincar y cantar a todo pulmón en un concierto, o el inigualable encuentro con el arte en los museos. La pandemia ha generado una aceleración histórica en la digitalización de la cultura, las plataformas virtuales acercan la sensación de poder disfrutar de entretenimiento y arte a solo un clic de distancia.
Como medida de supervivencia y re-invención, han sido muchas las manifestaciones y esfuerzos por adaptar la cultura a esta nueva época, como muestra algunas de ellas: